La hamburguesa con queso de «The Burguer Joint» figura en infinidad de listas de favoritos neoyorquinos. Y me parece que no es tanto por la comida en sí, por rica que esté, como por el encanto y la curiosa historia del lugar.
No es fácil de encontrar porque nada indica su ubicación: esta hamburguesería de Manhattan ha quedado, por azares inmobiliarios, en el hall del hotel «Le Parker Meridien», en el número 119 de la calle 56 oeste.
Literalmente: al fondo, pasando el mostrador de recepción del hotel y oculta tras una pesada cortina de terciopelo rojo.
La cola suele avanzar rápido (en nuestro caso, no lo hizo mucho, pero le echamos humor y paciencia), el local tiene la magia de lo clandestino y la comida (opción sin gluten: ¡no pidas pan!) vale la pena. ¡Repetiría!