Me encanta cocinar. Pero también me encanta dar el relevo y desentenderme, jugar a otras cosas hasta que me llamen a gritos, como cuando éramos enanas: «¡La mesa está puesta!». Y remolonear y lavarme las manos con desgana y acudir a comer sin saber bien a qué huele y sorprenderme y no dejar ni las migas.

Así de niña me he sentido hoy, cuando Eme se ha marcado este riquísimo pollo con almendras al estilo chino, acompañado de guarnición de basmati aromatizado con vinagre de arroz y unas gotitas de aceite de sésamo, que siempre aporta un toque a frutos secos muy especial.

Me cuenta Eme, sobre el modus cocinandi y los ingrendientes, que:

0) ha utilizado una bandeja de medallones de pollo (unas cinco pechugas cortadas en dados), una cebolla, un pimiento verde, una lata de champiñones al natural, una zanahoria, dos puñados de almendras con piel, dos cucharadas soperas de salsa de soja, caldo de pollo, una cucharada de maicena, un diente de ajo, jengibre en polvo, pimienta negra molida, sal  

1) ha dejado macerando los medallones de pollo en salsa de soja mientras dábamos el paseo matinal 🍗🍗 .

2) ha dorado las almendras en AOVE y las ha reservado en un bol🥜 (digo yo que otros frutos secos también den buen resultado).

3) ha sellado el pollastre igualmente en AOVE.

4) ha sofrito las verduritas (ajo, jengibre, cebolla, zanahoria, pimiento y champis) en la misma herramienta ya impregnada de alegrías varias (wok o equivalente) 🥕🌶️🍳🍄

5) ha reconciliado todos los ingredientes para que hicieran burbujitas en compañía, regados de caldo de pollo y una cucharadita de maicena para espesar. 

6) ha servido con el arroz basmati. 

7) ha recibido mi aplauso, tan entusiasmado como merecido. 

Un exitazo. ¡Y facilísimo! Sobre todo, porque no he movido un dedo.